Una crema efecto calor genera un incremento de la
temperatura en la zona en la que ha sido aplicada. Esta produce una
vasodilatación que aumenta el flujo sanguíneo y acelera el metabolismo celular,
produciendo un efecto sedante. Por su lado, una crema efecto frío hace el
efecto contrario, disminuyendo la temperatura en la zona de aplicación,
reduciendo el dolor y la inflamación.
Cómo actúan una crema efecto calor y una crema efecto frío
Cuando se
realizan actividades físicas como los deportes, es normal emplear este tipo de
productos con efecto térmico. El calor está pensado para preparar la zona para
el ejercicio; el frío busca el descanso después del ejercicio físico. No
obstante, conocerlas y saber cómo y cuándo utilizarlas es importante para
realizar una terapia física adecuadamente, sin importar el deporte que se vaya
a practicar.
La crema efecto calor
se emplea antes del ejercicio. Sirve para aumentar la temperatura de los
músculos y el riego sanguíneo. Según el tipo de deporte, se aplicará sobre unas
zonas u otras, dependiendo del esfuerzo que vayan a soportar.
Por ejemplo, si se va a hacer tenis, se aplicaría sobre
tobillos, rodillas, muslos, muñecas, etc.
La crema o gel efecto frío,
por otro lado, se torna como un relajante tras la actividad física. Aportar
frescor a los músculos que han estado sometidos a una tensión constante durante
un tiempo.
Es importante usarla después de sesiones de crossfit o
running, por ejemplo, para evitar una posible inflamación en hombros, rodillas,
etc.
Hay lesiones que mejoran con frío y otras con calor, pero
ambas opciones pueden ser beneficiosas.
En caso de sufrir un dolor instantáneo justo después de un golpe
o una caída, el frío alivia la sensación de dolor y ayuda bajar la hinchazón
(si la hubiera).
En el caso del calor, se recomienda aplicarla para el dolor
muscular o articular donde no haya inflamación o hinchazón.
Puede dar el caso de que, en algunas personas, las cremas
efecto frío o calor no generen ningún tipo de sensación, o provocar justo la
contraria. ¿Por qué ocurre esto?
Los mecanismos de acción de este tipo de productos no actúan
calentando o enfriando, sino que contienen, en su fórmula, sustancias que
avivan los receptores de la piel, y lo hacen a ciertos niveles de temperatura.
Por ejemplo, los compuestos de alcanfor activan todo canal que detecte
sensación de calor, mientras que el mentol lo hace con los fríos.
El problema ocurre cuando, en ocasiones, los compuestos que
activan los canales de sensación de calor, también lo hagan en los fríos,
siendo una crema efecto calor que busca un efecto frío.
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