La termoterapia: mi gran secreto para los dolores de espalda


En algunas ocasiones ya he comentado que soy bastante propensa a sufrir dolor de espalda. A pesar de hacer deporte y tener una buena higiene postural, los nervios, el estrés y el trabajo me acaban pasando factura y siempre lo noto en la espalda. El único remedio que tenía era ir a mi fisioterapeuta a que me diera un masaje, pero siempre pasaba igual: al cabo de unas semanas el dolor volvía a mi vida. Sin embargo, tras hablarlo con él y al ver que era por culpa de simples contracturas me recomendó que utilizase la termoterapia en casa con la ayuda de parches de calor o mantas eléctricas. Y la verdad es que me han salvado la vida.

¿Qué es la termoterapia?

Básicamente la termoterapia es aplicar calor a la zona afectada por las dolencias. Normalmente suelo sufrir de lumbalgia, por lo que coloco ahí los parches de calor.

Con el calor se consigue aumentar la circulación de la sangre, disminuir el agarrotamiento de los músculos, un efecto analgésico y reducir la inflamación. Por ello, además de simples contracturas, la termoterapia es muy útil para tratar otras lesiones más graves como esguinces.

¿Cómo puedo aplicar termoterapia?

Hay diferentes formas de aplicar termoterapia a la zona afectada, como mediante:

  • Ultrasonido
  • Parches de calor
  • Mantas de calor
  • Diatermia

Además, otro aspecto que debemos tener en cuenta es que el calor que apliquemos debe ser más elevado que la de nuestro cuerpo (sin llegar a quemarnos claro).

¿Hay contraindicaciones?

Estuve investigando sobre las contraindicaciones de la termoterapia, pero la verdad es que no existen muchas… solo hay que seguir una serie de consejos:

  • Si  tienes fiebre intenta no aplicarte calor
  • Evítalo si estás experimentando un proceso inflamatorio agudo
  • Prohibido para personas con marcapasos o dispositivos intrauterinos
  • Prohibido realizar la termoterapia en zonas con implantes metálicos
  • Mantén objetos metálicos alejados (si es mediante un parche de calor o manta no es necesario)
  • No aportes más calor del que puedes aguantar
  • Lleva cuidado al aplicar el calor si la zona tratada no tiene sensibilidad

Cuando me vuelve el dolor de espalda suelo recurrir a estos parches de calor que encontré en mi parafarmacia online de confianza. La verdad es que consiguen quitarme el dolor de espalda de forma rápida y a la vez sientan súper bien porque también me ayudan a relajarme.